Citas de Alicia

Buenas.

Acabo de releer uno de mis libros favoritos “Alicia en el país de las Maravillas”, dónde sale uno de mis personajes favoritos de la literatura; el Gato de Cheshire, cuya conversación con Alicia no tiene desperdicio. Ya puestos, he seguido con su continuación “A través del Espejo” y he recopilado una serie de citas que me han gustado.

Sé que hay muchas páginas donde se dan citas del libro, pero aquí y ahora, quiero exponer las que personalmente más me gustan a mi.

-Alicia en el País de las Maravillas-

“– ¿Y de qué sirve un libro sin dibujos ni diálogos? – se preguntaba Alicia”

Me gusta porque hay muchos detractores del uso de los diálogos en los libros, mientras que yo soy un ferviente seguidor. Además, se considera que los libros con dibujos son para críos, pero realmente ¿qué tiene de malo añadir el arte gráfico al de la escritura? ¿Por qué ese autolimitarse al uso exclusivo de las palabras?

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“– ¿Comen murciélagos los gatos? ¿Comen murciélagos los gatos? Y a veces ¿Comen gatos los murciélagos? – Porque, como no sabía contestar a ninguna de las dos preguntas, no importaba mucho cual de las dos se formulara”

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“A Alicia le habían pasado tantas cosas extraordinarias aquel día, que había empezado a pensar que casi nada era en realidad imposible”

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“Alicia no olvidaba nunca que, si bebes mucho de una botella que lleva la indicación `veneno´, terminará, a la corta o a la larga, por hacerte daño”

Es tan de perogrullo, que es pura poesía.

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“Alicia se daba por lo general muy buenos consejos a sí misma (aunque rara vez los seguía)… pues a esta curiosa criatura le gustaba mucho comportarse como si fuera dos personas a la vez”

Todos nos sentimos identificados, ¿verdad?

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“Alicia estaba ya tan acostumbrada a que todo lo que le sucedía fuera extraordinario, que le pareció muy aburrido y muy tonto que la vida discurriese por cauces normales”

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“¡Oh, mis pobrecitos pies! Pero voy a tener que ser amable con ellos – pensó Alicia – , ¡o a lo mejor no querrán llevarme en la dirección en que yo quiera ir!”

Si la gente pensara lo mismo sobre su hígado, otro gallo nos cantaría.

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“Me parece que puedo recordar que me sentía un poco distinta. Pero si no soy la misma, la siguiente pregunta es ¿quién demonios soy? ¡Ah, este es el gran enigma!”

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“…si me gusta ser esa persona, volveré a subir. Si no me gusta, me quedaré aquí abajo hasta que sea alguien distinto…”

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“– Ojalá no hubiera llorado tanto– dijo Alicia, mientras nadaba a su alrededor, intentando encontrar la salida – . ¡Supongo que ahora recibiré el castigo y moriré ahogada en mis propias lágrimas!”

Es lo que pasa cuando no hacemos más que lamentarnos por las cosas.

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“Apenas sé, señora, lo que soy en este momento… Sí, sé quien era al levantarme esta mañana, pero creo que he cambiado varias veces desde entonces”

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“`Si hubiera crecido´, se dijo a sí misma, `hubiera sido un niño terriblemente feo, pero como cerdito me parece precioso´ Y empezó a pensar en otros niños que ella conocía y a los que les sentaría muy bien convertirse en cerdos”

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“– No me importa mucho el sitio… – dijo Alicia.

– Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes – dijo el Gato”

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“– Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca – protestó Alicia.

– Oh, eso no lo puedes evitar– repuso el Gato – . Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.

– ¿Cómo sabes que yo estoy loca? – preguntó Alicia.

– Tienes que estarlo – afirmó el Gato– , o no habrías venido aquí.”

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“Los perros gruñen cuando están enfadados, y mueven la cola cuando están contentos. Pues bien, yo gruño cuando estoy contento, y muevo la cola cuando estoy enfadado. Por lo tanto, estoy loco”

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“-¿Vas a jugar hoy al croquet con la Reina?

– Me gustaría muchísimo – dijo Alicia– , pero por ahora no me han invitado.

– Allí nos volveremos a ver – aseguró el Gato, y se desvaneció”

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“La Liebre de Marzo será mucho más interesante. Y además, como estamos en mayo, quizá ya no esté loca… o al menos quizá no esté tan loca como en marzo”

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“– Entonces debes decir lo que piensas– siguió la Liebre de Marzo.

– Ya lo hago – se apresuró a replicar Alicia– . O al menos… al menos pienso lo que digo… Viene a ser lo mismo, ¿no?

– ¿Lo mismo? ¡De ninguna manera! – dijo el Sombrerero– ¿En tal caso, sería lo mismo decir “veo lo que como” que “como lo que veo”?»

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“– Pero es que no lo entiendo. ¿De dónde sacan la melaza?

– Uno puede sacar agua de un pozo de agua – dijo el Sombrerero – , ¿por qué no va a poder sacar melaza de un pozo de melaza?”

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“– ¡Pues si no piensas, cállate! – la interrumpió el Sombrerero.

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“– No me gusta ni pizca su aspecto – aseguró el Rey– . Sin embargo, puede besar mi mano si así lo desea.

– Prefiero no hacerlo – confesó el Gato”

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“– Estás pensando en algo, querida, y eso hace que te olvides de hablar.”

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“La moraleja de esto es: `Sé lo que quieres parecer´ o, si quieres que lo diga de un modo más simple: `Nunca imagines ser diferente de lo que a los demás pudieras parecer o hubieses parecido ser si les hubiera parecido que no fueses lo que eres´”

Me recuerda tanto a los libros de texto de la Uni a la hora de explicar las cosas de forma sencilla…

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“– Tengo derecho a pensar, ¿no? – respondió Alicia con acritud, porque empezaba a estar harta de la Duquesa.

– Exactamente el mismo derecho – dijo la Duquesa – que el que tienen los cerdos a volar.”

Tenerlo lo tienes. Otra cosa es que puedas ejercerlo

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“– Pues – respondió el Grifo triunfalmente – , si no sabes ahora lo que quiere decir feificar es que estás completamente tonta.

Con lo cual cerró la boca a Alicia, la que ya no se atrevió a seguir preguntando lo que significaban las cosas”

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“– Puedo contaros mis aventuras… a partir de esta mañana – dijo Alicia con cierta timidez-. Pero no serviría de nada retroceder hasta ayer, porque ayer yo era otra persona.”

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“– Lo que digo yo – dijo la Tortuga – , es ¿de qué nos sirve tanto recitar y recitar? ¡Si no explicas el significado de lo que estás diciendo!”

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A través del Espejo

“– ¡Aya! ¡Juguemos a que yo soy una hiena y tú un jugoso hueso!”

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“Es como si me llenara la cabeza de ideas, ¡sólo que no sabría decir cuales son!”

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“¡Nunca de visto en toda mi vida una casa que estuviese tanto en el camino de una! ¡Qué estorbo!”

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“Lo que es aquí, como ves, hace falta correr todo cuando una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido”

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“Alicia se acordó de que ahora era un peón y que pronto le llegaría el momento de avanzar”

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“– Entonces, ¿de qué sirve que tengan nombres, si no responden cuando los llaman?”

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“– ¡Por el contrario! – continuó Tweedledee – . Si hubiese sido así, entonces lo sería, y siéndolo, quizá lo fuera, pero como no fue así tampoco lo es asá. ¡Es lógico!”

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“Lo que es a ti de nada te serviría hablar de despertarlo – dijo Tweedledum – cuando no eres más que un objeto de su sueño. Sabes perfectamente que no tienes ninguna realidad.”

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“La regla es: mermelada mañana y ayer… pero nunca hoy”

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“– Así que, después de todo, no he estado soñando – se dijo a sí misma – … a no ser que fuésemos todos parte del mismo sueño. Solo que si así fuera, ¡ojalá que el sueño sea el mío propio y no el del Rey Rojo!”

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“No me gustaría ser la prisionera de nadie; lo que yo quiero es ser una Reina”

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“– Espero que no se haya roto ningún hueso.

– Ninguno que valga la pena mencionar – repuso el caballero”

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“– ¡Demasiado tarde para corregirlo! – sentenció la Reina Roja – . Una vez que se dice algo, ¡dicho está! Y a cargar con las consecuencias…»

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