No soy muy amante de describirme, pero ya que has mostrado algo de interés haré un esfuerzo.
De dónde vengo
Me considero un artista vocacional. ¿Qué quiere decir esto? Pues que en lugar de haber cursado alguna carrera como bellas artes o periodismo para luego zambullirme en el mundo tormentoso de las letras (porque de fácil no tiene nada) fue precisamente al revés.

Durante una época complicada de mi vida, sentí la necesidad de escribir relatos. Empezó como una liberación y se fue convirtiendo en una afición cada vez más recurrente. Así que ya que estaba, decidí que tenía que aprender a hacerlo bien.
De repente, todas mis vivencias en la vida, dentro y fuera de España (hace años que dejé la piel de toro), la gente tan dispar que he conocido en este tiempo, las situaciones, discrepancias, cabreos, inconformismos y un largo etc., adquirieron un propósito al servir de alimento para mis relatos, porque esto es cierto: más cosas de las que pensarías, y precisamente las que menos creerías, están basadas en situaciones que me han pasado o personas que he conocido.
Observar el mundo y sus gentes es algo que he hecho toda la vida. Es aquí cuando empieza lo extravagante, porque hay que serlo, y mucho, para cuestionar nuestra sociedad, despojarla de las vestimentas lujosas con las que la camuflamos para hacerla digerible y darse cuenta del absurdo mono que se encuentra bajo toda esa seda. Una sociedad de doble moral que lo mismo emancipa una cosa como lo critica al minuto siguiente, que sea más importante quién dice algo que lo que dice, una sociedad que se siente orgullosa por sus logros en la liberación sexual pero le da la risa tonta si dices que trabajas en un Sex-Shop.
Así que, en un proceso de autodescubrimiento y trabajo constante, he acabado por florecer de un capullo quejica a un gilipollas protestón que ahora distingue entre tuve y tube, y usa la comedia y sarcasmo para retratar esa crítica y filosofía urbana de azucarillo mediante la ficción o lo que el cuerpo me pida.

A dónde voy
He ido aprendiendo de aquí y allí, pero considero que la vía del artista es un camino individual, personal y, en cierto modo, solitario. Cada uno debe descubrir su estilo y vocación de forma individual, porque cada uno es diferente, cada escritor/a escribe por un motivo que solo él/ella conoce (en algunos casos ni ellos mismos).
Seguir normas que otras personas exponen, sin cuestionarlas, no me parece nada positivo. Así que así voy, aprendiendo de aquí y allí, conociendome, desarrollandome, y mientras investigo y saco conclusiones, las escribiré a modo de diario, y quién sabe, quizá ayuden a alguien.
Yo solo doy un consejo: si encuentras a buda en tu camino, mátalo.
Nadie tiene potestad para darte una guía infalible de ser artista de éxito. Y si la tiene ¿por qué esa misma persona no es un artista de éxito?
Encuentra tu camino, tu manera. Como decían U2: sé tu Jesus personal.
A dónde he llegado
Algo debo estar haciendo bien, ya que hasta la fecha he conseguido que me publiquen varios relatos; «El Ritual» en el libro recopilatorio de autores noveles de `Literautas´, «Rojo Labios» en la revista online `Argonautas´, y «Ultimando Detalles» en la sección de `Letras Invitadas´de M.Floser.
Estuve colaborando en el periódico sarcástico «La voz del Becario«, y cuando veo que tal, saco un podcast para «Mordor Rocks«, en el que presento grupos poco conocidos.