La novia del hijo del dios malvado

En el burgo se notaba que desparecían jóvenes, por supuesto, y sus amigos y familiares se preocupaban. Pero en una población como aquella, en la que el cólera, o cualquier otra enfermedad, al igual que la cantidad de asaltantes que esperaban en las esquinas a la espera de algún incauto hacían estragos, unas desapariciones más, no era algo que desatara el pánico más de lo que ya lo hacía todo lo demás.