Aprieto la punta del cuchillo sobre su pecho.
Me suplica que no la mate. Se disculpa por todo lo que ha hecho. Da todo tipo de explicaciones. Me cuenta historias, culpa a otros. Mentiras. Sus mentiras me han causado demasiado daño. Tanto a mí como a cualquiera que las haya escuchado.
Hubo un tiempo en el que juré morir antes que nada ni nadie la hiciera daño. Un caballero debería mantener sus promesas. Muchos han muerto por esa misma promesa. Muchos han creído sus embustes.
Es un demonio con curvas de mujer. Ahora suplica. Llora. Casi me consigue engañar. Pienso en todo el daño que ha causado. No me importa en realidad. Pero creer que estoy haciendo un favor me ayuda. Solo debo empujar el puñal. Atravesar su corazón con un simple gesto.
La odio lo suficiente.
La amo demasiado.
Sus ojos son grandes, redondos y brillantes. Como cuando me miró desde el otro lado del local.
Me habla de nuestro último beso. Usa la nostalgia. ¿Cómo pude saber que sería el último? Nunca lo sabes. Lo descubres cuando ya es tarde.
No me muevo. No respondo a sus preguntas ni súplicas. Exige que diga algo. No puedo hablar. Maté por ella. Mentí por ella. Traicioné por ella. Hice todo lo que nadie debería hacer por una persona. Volvería a hacerlo.
La amo lo suficiente.
La odio demasiado.
Despierta viejos recuerdos. No sabe que no son viejos. Nunca se fueron. Siempre estuvieron conmigo. Es lo único que me dejaba.
Promete que esta vez será distinto. Jura que siempre me amó. Dice que debo ser un caballero. Hice una promesa. Un caballero debería honrar su palabra. Pienso en lo que sería volver a estar entre sus brazos. Como si todo este tiempo nunca hubiera existido. Todo habría sido un sueño.
Vivir una mentira. Hasta que volviera a mandar a alguien a asesinarme. Otra de sus marionetas. Imposible contarlas.
La odio lo suficiente.
La amo demasiado.
Sigue mintiendo. Dice lo que quiero escuchar. Esos recuerdos llevan a otros.
No podemos vivir en el mismo mundo.
El suelo se mancha de sangre. Me mira con lástima. En sus ojos hay comprensión.
El filo se abre paso.
Sus labios se juntan con los míos. Es el último beso. Esta vez lo sé.
Dice que me ama tanto como me odia. Yo la odio tanto como la amo.
Un caballero debe mantener sus promesas.
Todo se oscurece a mi alrededor.
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