Querido diario, dos puntos.
El lunes pasado me fui a Weymouth a hacerle una sesión de fotos a una amiga.
El tema fue bastante bien, pero esta es la tercera vez que hago foto de modelo y me doy cuenta de que no es lo mío. Por un lado me gusta, pero este estilo en sí no.
Quiero decir, lo que no me gusta de las fotos de poses que las modelos se quedan mirando a la nada como las vacas miran al tren y eso es algo que no va conmigo. Las fotos en las que expresa alguna emoción me gustan más, que parece que esté pasando algo, la naturalidad de una expresión real…
Al final, así es como uno descubre su estilo y se conoce a uno mismo, a base de pruebas y ver que es lo que me gusta y lo que no.
Además, otra cosa que me gusta en una/un modelo son las imperfecciones. Por ejemplo, esta chca tenía marcas de varicela, y a mi eso me gustaba porque contrastaba con la fineza de su cara y sus rasgos. Yo creo que esas imperfecciones en algo de por sí bello realza la belleza. Pues ella no quería que se viera.
He pensado en pedirle hacerle fotos a una amiga que tengo en Bristol, que es punk, con mazo tatuajes, y pinta trasngresiva, que creo que pegará más con mi estilo.
Dicho sea de paso, mi gran drama fotográfico del momento es que la chica que me gusta, que a mi me parece guapísima, y de forma natural, no le gusta que le hagan fotos. En fin… Algún día conseguiré hacerle fotos y que su encanto natural quede inmortalizado.