En este último capítulo del primer acto, Campbell, habla con el momento en el que el personaje cruza el umbral, y es tragado por el mundo fantástico, por la aventura.
Aquí es cuando se da cuenta de que se ha metido en un follón, y lo primero que hace es darse una en la frente. El personaje, penetra en el nuevo mundo creyendo que va a ser el rey/reina del mambo y, en cambio, es la aventura la que se lo come con patatas. Y además, ya no hay vuelta atrás.
A partir de aquí, nos deleita con más historias en las que diferentes héroes son tragados literalmente por alguien. La verdad es que, explica, este proceso de ser devorado, es una metáfora de que en el momento de entrar en el mundo fantástico, el personaje es destruido, de alguna manera muere. Ya no está saliendo de lo que conoce, sino que se está adentrando en lo desconocido.
También es un buen momento para que vea un ejemplo de lo que se le avecina. La escena de la cantina de Moss Eisley, en Star Wars, es un ejemplo. Luke, acaba de dejar su mundo ordinario y está empezando su viaje, y lo primero que se encuentra es con una cantina llena de personajes pintorescos, con ciertos peligros y en un lugar inhóspito; un preámbulo de lo que le espera.