Querido diario, dos puntos.
Uno de los ejercicios del curso de guiones que estoy haciendo, es el de poder esquematizar la historia con símbolos. Esto es una manera de poder visualizarla desde lo más conceptual, sintetizar al máximo, porque si uno no es capaz de ver estos puntos claves, mal vamos.
Esto lo he hecho para la historia aquella de la botella que no sabía que hacer con ella.
En el primer acto, la protagonista (ahora mismo no recuerdo el nombre), está en su mundo ordinario (simbolizado por un sofá, pero no está en un sofá), recontenta, con aliados y tal. Empieza en positivo.
Este acto termina cuando encuentra un objeto misterioso (seguramente una botella) y aparece el ente (el dragón) que la maldice, y la saca de su confort y la mete en el mundo mágico (la cama de pinchos). De aquí saca la primera maldición (el símbolo de malito).
En el segundo, sigue navegando por su mundo fantástico, le sobreviene una segunda maldición (Negativo). Tras unos cuantos infortunios (es una maldición, debe jorobarla), consigue manejar la situación de forma que la perjudica menos o consigue sacar un cierto beneficio (la varita mágica) (Positivo).
El ente aparece y le casca la tercera maldición y la devuelve a negativo.
Pero encuentra un elemento que la puede salvar (la puerta), recuperando la esperanza, así que termina el segundo acto en positivo.
Pero nada más entra, se encuentra con que el primer enemigo se mantiene, porque no es eliminado, y lo que iba a ser la salvación se convierte en otro monstruo (el segundo dragón). Sin embargo, al final, parece que hay una ligera esperanza de salvación, pero el remate es que no (el cuarto muñeco malito, y se me ha olvidado poner la puerta).
Así se queda el primer esquema de la situación.
Dentro de un par de días, lo revisaré a ver si quiero cambiar algo o no.
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