—Tienes unos ojos preciosos. ¿Qué marca son?
—Kannon. Estoy supercontenta con ellos. Vienen con zoom de 10 y una ISO máxima de 6000. Perfecta para ver con poca luz. Además, duplicaron mi retina original, para no andar con problemas de identificación en sistemas o asuntos legales.
En realidad, Krysz podía leer sin problemas la letra minúscula que decía Kannon Ad-70A en el iris, pero ayudó entablar conversación. Los labios eran EdWin Aesthetic, según decía la marca grabada en ellos. Con certeza, la chica tenía pechos Dr. Hollywood, por la forma y tamaño. El logo de Cove Clinic cerca del tobillo revelaba el origen del retoque de las piernas. Él mismo tenía firmas similares en torso, abdomen, y piernas. «Cuerpos de dioses a precios de mortales», era el eslogan de moda.
La chica respondió bien.
—¿Los tuyos son naturales?
—Sí, no los quiero sustituir. Pero mi hígado lo mejoré por otro sintético con filtro para el alcohol, un software craneal y este brazo completo.
Krysz lo movió un poco para mostrarlo.
—Parece real. Modelado por EdWin, pero nunca cibernético. Es asombroso.
—Decidí recubrirlo con imitación de piel por nostalgia. En realidad, perdí el original en un accidente de coche cuando era un niño. —Giró el codo. Unas palabras marcadas en la parte interna del bíceps mostraban el logo de Mapple Biotechnics—. No habían asistentes de conducción entonces.
Krysz advirtió la manera abstraída con la que ella lo miraba. Estaría analizando su rostro, mediante un sistema de reconocimiento facial implementado en los ojos, para echar un vistazo a su perfil en MySpace Zeppelin. Sobre todo, asegurarse de que no tenía denuncias por acoso, maltrato, violencia ni nada por el estilo. No le importaba este pequeño ritual social ya que estaba limpio. De lo contrario, no le hubieran dejado entrar en este local. Ni tener trabajo o vivir en esta zona de la ciudad. Él había hecho lo mismo. Vio todo el perfil de la chica en una pantalla proyectada en un rincón de sus gafas antes de presentarse; gustos, intereses, aficiones… Estaba preparado para ligar. Por otro lado, que la chica dedicara un tiempo a ver su MySpace era una señal de interés por parte de ella. Krysz se sintió complacido.
—Tienes un gatito adorable —afirmó ella, sacándolo de sus pensamientos—. ¿Es un SimPet?
—No. Kimi es mucho más caro: es auténtico. Requiere más cuidados, pero me gusta más. Soy un fan de lo vintage.
—¿Eres un neohipster? —preguntó ella con una sonrisa.
—Supongo, pero sin barba —bromeó—. Te gusta viajar. Yo también he estado en Okinawa, por negocios. Lo he visitado varias veces. ¿Puedo invitarte a una copa?
Fue a levantar el brazo para avisar al camarero. A mitad de movimiento, se le quedó paralizado en una postura extendida muy rara. En un rincón de las lentes apareció el clásico icono de un reloj de arena, indicando un bloqueo en el sistema. La cara de Krysz se contrajo en una mueca de fastidio.
—¿Estás bien? —preguntó la chica.
—Sí, No te preocupes. ¿Qué quieres tomar?
«Quizá si lo apago y lo vuelvo a encender…»
El problema era la Médula Base. Con la nueva actualización, Mapple no daba soporte a ningún cyberware de 128 Mb o menos. Su prótesis, perfecta todo este tiempo, estaba ahora fuera de juego por decreto de sus propios fabricantes.
Algunos compañeros de trabajo tenían el mismo problema con implementaciones craneales. De vez en cuando se quedaban paralizados con cara bobalicona, como si les hubiera dado un ictus, durante varios minutos.
Krysz intentó disimular su preocupación. No quería dar la impresión a la chica de tener un brazo barato. En un rincón de sus gafas, apareció la pantalla azul de “Se ha producido un fallo. Memoria RAM insuficiente. Por favor, apague las aplicaciones que no necesite”.
«¡No me ayudas en nada!»
Interrumpió las App craneales de conducir, la agenda, idiomas y la conexión al ciberespacio, nada necesario ahora mismo. Quizá así podía acabar con esta situación al dar más RAM a su Médula Base.
La chica también se sentía algo incómoda e intentó cambiar de tema.
—¿A qué te dedicas, para ir a Okinawa varias veces?
El chico hizo acopio de la poca dignidad que le quedaba, con su brazo congelado a lo Saturday Night Fever, pero en cutre.
—Soy representante de ventas. Vendo réplicas de cuerpo para los estudiantes de medicina. Los usan para practicar operaciones. Tenemos varios clientes allí.
—Suena interesante.
Por fin, el brazo volvió a moverse.
Ahora apareció el mensaje de «No hay conexión con la red. Por favor, conéctese». Krysz bufó. A una orden mental, recuperó la conexión con su servidor, ya que la necesitaría para pagar. Ahora, rogaba por no tener más problemas.
—Perdona, pero con este lío he olvidado qué tomabas.
—Un Gintonic de… —la chica se interrumpió con cara de sorpresa. Sacudió la cabeza—. Un Gintonic de Smorfnovff. ¡Me había aparecido spam de Whiskas en la visión! Por hablar de tu mascota hace unos minutos, ya me están mandando spam sobre comida de gatos. ¿No es increíble?
—Por eso mismo no me cambio los ojos.
—¿Sabes lo peor? La otra noche, me apareció un anuncio de los cuchillos Minshu en mitad de un sueño. Me pasé el resto de la noche, soñando con el tipo ese persiguiéndome.
—Es horrible. Un amigo mío estuvo viendo el anuncio de la batamanta durante semanas en sueños. Ahora tiene por lo menos, diez, y ni siquiera las usa. Como te decía, tengo a mi gato…
La chica interrumpió el sorbo de gintonc para cortar a Krysz.
—Evitemos hablar de… Evitemos ese tema. No quiero más spam de comida de animales. Dime, ¿piensas actualizarte el brazo? Algo más… actual.
—Sí, claro. Tengo cita con…
Krysz continuó hablando, pero entendía el mensaje. A una orden mental, abrió Tinder 2000 Paradise, y buscó alguna otra chica soltera cercana. De paso, reservó cita con Mapple. El Lunes cambiaría su brazo por otro nuevo de 256 Mb.
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