
Muy buenas.
En el mundo audiovisual, el concepto «Mise en scène» se refiere a que todo lo que aparece en una escena tiene un significado. Y su relevancia en la escritura no debería ser ignorado.
¿Qué es «mise en scène»?
Antes de entrar en materia, voy a explicar qué significa el término en el mundillo de la fotografía para ponernos en situación.
El concepto hace alusión a la composición de una escena, a los elementos que aparecen en ella. Esta composición es una de las cosas que va a distinguir al fotógrafo ocasional del experto.
En el primer caso podréis ver como hay elementos que no tienen nada que ver con la foto, se cuelan bolsos, personas, un señor vendiendo kleenex, luces, consoladores, etc., que distraen del auténtico foco de atención y al final no sabes a dónde mirar ni de qué trata la foto.
El fotógrafo veterano no muestra nada que no quiera mostrar, la cantidad de elementos está más medida y la escena es limpia; la atención se dirige a dónde el fotógrafo quiere y el escenario está más controlado, ya sea porque lo ha montado él/ella, ha tenido la paciencia de buscar el momento y el ángulo para conseguir su propósito o le ha dado al Photoshop.

Estos detalles son muy importantes por una cosa muy sencilla: el cerebro procesa todo lo que le metes en la boca y, además, tiende a unificar entre las cosas que percibe.
Como ejemplo, pasa por la caja del Mercadona con un pepino y un bote de lubricante sexual, y verás la cara que pone quien esté en caja. ¿Por qué? Porque su coco ha hecho una rápida asociación entre ambos elementos.
Y si has sonreído, tú también.
TODO cuanto aparece en el encuadre es información, una información que el cerebro va a procesar y unificar, por lo que dejar en esa escena objetos (información) que no tiene nada que ver (incongruentes) va a conseguir tres cosas:
-Saturar al personal con información innecesaria.
-Distraer la atención de lo auténticamente importante.
-Confundir.
Así que recordad: todo lo que está en la escena, cuenta.
Nota: quiero decir que he resumido mucho algo tan complejo como la composición. Si deseas saber más, hay blogs y libros sobre fotografía dónde podrás aprender cosas interesantes.
Mise en “papèl”
¿Cómo afecta esto en la escritura? Pues mucho, puede que incluso más.
Cuándo vemos una imagen, procesamos los elementos principales conscientemente, y el resto de forma inconscientemente, creando un contexto. La forma de procesar la información visual es rápida y en paralelo; quero decir, lo vemos todo de una, no objeto a objeto. Que prestemos atención consciente a cada elemento uno tras otro es otro asunto que no voy a tratar.

Sin embargo, cuando lees, todo el procesamiento es de forma consciente y voluntaria; hacemos un esfuerzo mental en leer, procesar, interpretar y retener toda la información. Además, ésta entra de forma lineal, en orden, se va a buscar conexiones entre elementos «cercanos», y recuerda: la capacidad de atención consciente es limitada.
Es muy frecuente querer dar hasta el más mínimo detalle de una escena, o la descripción de un personaje. Pero si andamos dando demasiada información cuando no da a lugar, lo que se consigue es marear la perdiz, confundir y saturar.
Hay que tener en cuenta que todo lo que relatemos es trabajo para el lector. Y hay que recordar que escribimos para divertir y entretener, no para torturar.
¿La descripción minuciosa de las ropas de tal personaje es realmente importante para la historia, o el lector puede vivir sin ella? Si lo que importa es solo un par de detalles, ¿no es mejor dar esos detalles y dejar que el lector ponga el resto de su cosecha?
Por ejemplo, Rowling, nunca dio una descripción exaustiva de Harry Potter, hasta el punto de que podría ser chino o negro sin contradecir nada. Pero por otro lado… hay momentos en los que se extiende demasiado con asuntos que realmente no vienen al caso, y se me hace muy densa (como el romance de Cho y todo el tema del Quidditch en «La orden del fenix», y que me perdonen los fans).
Si una información sobre algo es importante para el lector, pero no procede darla en este momento porque te cargas la atmosfera y el ritmo, mejor intenta contarla en otro momento más adecuado. Además, al meter información cuado no toca te puedes cargar el ritmo y eso no es bueno.
Conclusión.
Controlar la información que se dá es importante, no solo para dar fluidez al texto, sino para que tenga una coherencia y no cansar. Al fin y al cabo, ¿para qué dedicar dos horas de trabajo haciendo narrando cosas que luego se van a saltar?
“Kill your darlings, kill your darlings, even when it breaks your egocentric little scribbler’s heart, kill your darlings.”
-Stephen King
Artículo interesante. En literatura hay un recurso parecido, denominado como el arma de Chéjov, que postula que cada elemento de la narración tiene que ser importante e imprescindible, o de lo contrario eliminado. A veces hay que limpiar textos, aunque es verdad que muchos detalles creativos pasan desapercibidos a ojos del lector o espectador.
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No conocía lo del arma de Chejov, muchas gracias por comentarlo.
A lo mejor un par de elementos innecesarios, no pasa nada. Pero cuando es cada dos por tres, puedes acabar con la cabeza llena de cosas que no van a ningún lado (que es lo que me pasaba con La Orden del Fenix).
Por eso mismo, si pasan desapercibidos… quizá no sean tan necesarios.
Con lo que no puedo es con el uso reiterativo de los adjetivos antes de los sustantivos. Lo mismo, de vez en cuando, vale. Pero cuando es constante, me hace querer arrancarme las córneas.
Gracias por comentar 🙂
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Muy instructivo el artículo, me sirvió. Una acotación, la frase que pone de Stephen King, la busqué y se le atribuye a muchos pero nació con Arthur Quiller-Couch,,publicada en On the Art of Writing.
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Gracias por pasarte y comentar.
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