Buenas.
El uso de los colores en el medio visual es muy importante, y con razón: no solo guía la atención del espectador sino que crea un contexto sobre el que interpretar el resto de los elementos. Y el contexto, es mucho más importante que la suma de los eslavones de la cadena. Sin un contexto con el que basarnos para saber interpretar lo que nos cuenta el autor/a, no sabremos a con seguridad de lo que nos está hablando, o lo que es peor, que el lector/a interprete las cosas de forma diferente a lo deseado.
Creo que ya he comentado en alguna ocasión que otra de mis aficiones es la fotografía. De ella he aprendido muchas cosas que aplico a la escritura. Al fin y al cabo no es extraño, no son tan distintos. Fotografía y escritura tienen en común el hecho de transmitir una información basándose en ciertos elementos. La escritura se basa en describir una escena, aunque pueda incluir muchas más cosas, como lo que piensa un personaje. Pero a la hora de describir una escena, tener conocimientos en fotografía ayuda a la hora de visualizarla y describirla.
Uno de los aspectos importantes en la fotografía (el dibujo también, pero como eso no lo controlo, me referiré a lo otro, aunque pueda incluir ambos temas) son los colores. Y como se suele decir, vale más un .JPG que cien .DOC.
Esta foto pertenece a un curso de Photoshop de la web Lynda.com, impartido por Chris Orwig, y toda la autoría les pertenece a ellos.
En la foto original vemos a un mozalbete arrastrando una barca, supuestamente saliendo del mar, durante una puesta del sol.
Jugueteando con una máscara de colores, he ido variándolos y he creado varias versiones de la misma foto.
En esta, he acentuado los colores amarillos, haciéndola más dorada. El efecto es que da un mayor poder a la foto, la hace más contundente. Además, el color se fusiona con el de la arena, por lo que la interpretación de la escena se centra en el chaval entrando en la playa. También está relacionada con la luz del atardecer. En general puede transmitir un momento de poder de alguien que ha tenido un día de navegación duro, pero productivo.
En la segunda foto, he cambiado lo colores a los azules. El efecto es completamente distinto. El azul se suele relacionar con momentos apáticos, fríos y tristes. Pero también se vincula con el mar, por lo que la atención se dirigiría hacia este: se vería más una relación del personaje con el mar del que sale. Adicionalmente se le daría un aspecto triste y melancólico. Quizá de soledad, o de alguien que ha perdido algo.
En esta tercera he eliminado los colores y dejado en blanco y negro. No hay ninguna información de los colores que pueda condicionar nuestra interpretación, nuestra atención va a las formas, sombras y contrastes. El efecto del atardecer, el mar o la arena prácticamente desaparece por la falta de color, y es absorbida por la atención que recibe la figura del chaval, oscura por la sombra.
Esto no pretende ser un análisis de las fotos sino un ejemplo de cómo los colores principales pueden hacernos ver la misma escena de diferentes maneras. En cualquiera de los casos, es probable que hayas hecho una interpretación diferente de la mía de las fotos. Lo importante es si tus interpretaciones fueron diferentes en cada una de las fotos en función del color dominante (dorado, azul o B/N).
Este uso de los colores es algo que apenas me encuentro en los libros. Cuando se usan los colores, se hace como descripción de las propiedades de los objetos, la ropa, pelo, ojos… Pero nunca como elemento que crea un contexto con el que interpretar el resto de elementos. Más bien parece que se escriba en blanco y negro, dando descripciones, a veces exhaustivas, de detalles de la ropa o rasgos, pero nunca en ese contenido luminoso que puede realzar toda esa descripción.
Probablemente pensarás que el lenguaje escrito es diferente del visual, y estoy de acuerdo. Hasta cierto punto. Una imagen se ve, y un texto se lee. Pero también se visualiza en nuestra mente. Todo lo que una persona describe, todas esas palabras y adjetivos están dirigidos a que nos montemos la imagen en nuestra imaginación, como un mueble de Ikea. Y, también es cierto que incluso las fotos o dibujos que vemos, se siguen montando en nuestro cerebro, por lo que a fin de cuentas no están diferente. En términos psicológicos, nosotros no vemos: nosotros interpretamos lo que percibimos.
Estas luces y colores crean un contexto sobre el que se interpreta el resto de elementos, y el contexto en todo proceso cognitivo es esencial para saber de qué manera interpretamos los detalles.
Es por esto por lo que en mis descripciones hago un uso intencional de los colores y las luces para que, en la imagen que el lector se forma en su mente, esa información subliminal aporte un contexto sobre el que interpretar los detalles que describo directamente, aportar una información sin llegar a meterla en la boca.
Es un elemento poderoso, y no debería dejarse de lado. Tanto porque puede mejorar las descripciones si se usa adecuadamente, como porque puede cargárselas si se hace mal, exactamente igual que en una fotografía.
Curioso eso que apuntas, de que escribimos «en blanco y negro».
A mí me gusta mucho la fotografía, pero me cuesta mucho expresarme con ella porque mi manera natural de hacerlo es mediante palabras.
Cierto que visualizo cuando leo, pero no es tanto una imagen realmente visual como una construcción mental. No sé si me explico…
En fin, que me parece muy interesante tu reflexión 😉
¡Un abrazo!
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Supongo que al final es todo algo personal y cada uno hace sus conexiones. La verdad es que a veces me resulta dificil meter esas descripciones sobre luz y colores sin que queden con calzador. Por ejemplo, en el relato Rojo Labios, el uso de las luces y los colores es lo principal de él.
Gracias por comentar.
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