Día #25 – Divorcio

Querido diario, dos puntos.

Hay algo muy molesto y es cuando una pareja discute enfrente tuyo. Y si la pareja son clientes en tu trabajo, mucho peor.

Hemos tenido una pareja que debían tener sus movidas, y no han perdido ocasión de soltarse puntaditas el uno al otro todo el rato. Debían llevar muchos años así, porque parecían profesionales de las puñaladas en los riñones. Eran auténticos maestros del arte de usar cualquier cosa que pudiera decir y usarla como arma contra su cónyuge, hasta el punto de no saber qué decir ni cómo. Pero no porque tuviera miedo de que se liaran, sino porque, una vez asumida la situación, buscaba maneras de poner al límite sus habilidades, en plan de «a ver qué puedes hacer con esto». Era como si fuera dándole objetos más absurdos a MacGyver para poner a prueba sus habilidades, y superara todas las pruebas. En cierto modo los admiraba. Mi compañera, en cambio, no sabía dónde esconderse.

Yo me lo pasé pirata.

Lo mejor fue cuando, al final de todo, la mujer ha salido de la habitación diciendo que “no voy a volver a esta habitación”. Victoria del marido por abandono.

Lo único que me fastidiaba un poco es la sensación de que estar involucrado en esa discusión y formar parte de la historia de esa familia. Así que me surgen dudas como si debo mandarles una postal en navidad, o si debo ir como testigo si se divorcian.

Por otro lado, creo que el nivel en que una pareja está yéndose al garete se puede medir con la facilidad que tienen para discutir de sus cosas enfrente de los demás. Cuando solo son rifirrafes y cositas ligeras, se lo guardan para ellos. Pero cuando empiezan a largar cosas personales y acusaciones graves delante de todo el mundo, mientras buscas alguna piedra bajo la que esconderte, es que eso tiene las horas contadas.

Pues estoy por usar este concepto en alguna historia.

Idea: Un par de profesionales de lo suyo que llevan años trabajando juntos, están hasta los cojones el uno del otro, y empiezan a soltarse todo lo que llevan dentro en el momento más inoportuno.

Asesinos no, porque ya he tocado esto con lo de la granja, y en la de Shinobi. Magos los he usado mucho ya. Quizá contrabandistas. O alguien y su guardaespaldas. Un rico comerciante, o algo y su guardaespaldas, que se han ido poniendo las cosas complicadas a lo largo del tiempo y al final discuten como un matrimonio frente a alguien que quería atentar contra la vida del comerciante (o lo que sea).

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