Querido diario, dos puntos.
Ayer fui la cafetería de confianza #1. Hace tiempo que no veo a la camarera de memento, no sé si ya no trabajará o qué, pero lo importante es que si pido mi large-soya-latte-tohavein-no-froth-please, me lo ponen sin nada de froth. Gracias a dios.
Me he ido a un rincón y le he dado caña a la historia del frasco, y me he tirado como dos horas con la tontería.
Creo que como me descuide, esta historia se me va a ir de las manos y me va salir bastante larga.
He querido dar incapié a la atmosfera de presión que la protagonista sufre, y la tensión constante. No sé si lo estoy consiguiendo, pero ahí vamos.
Por cierto, el día de ayer, 16 de enero, ha pasado a mi calendario.