Cuentacuentos v3.0

La gente no lee tanto como antes. Y sin embargo, youtube está creciendo como un hormiguero.

Incluso yo mismo prefiero ver vídeos de cocina, tutoriales y culturales a leer esa misma información en libros.

Y pienso yo: ¿y si resulta que esto no fuera necesariamente malo, sino un paso evolutivo en la transmisión de la información?

Originalmente, la información se transmitía mediante la palabra; un yayo o yaya se sentaba en el fuego (cerca del fuego, no sobre él) a relatar sus historias y quien quería lo escuchaba. Era la época del cuentacuentos.

El aprendizaje era similar; de boca de druida a oído de druida, como decía Panoramix.

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Hasta que apareció el concepto de la transmisión escrita y podía imprimirse instrucciones y cuentos en un soporte físico, de forma que ya no hacía falta el abuelo, ni que un maestro te dijera las cosas. Ahora podías leer el cuento las veces que quisieras, y este era perecedero.

Estoy segurísimo de que cuando apareció, los cuentacuentos y demás gente anciana protestarían sobre los libros como lo hacen ahora sobre los móviles.

—Mira a esa juventú, todo el día con la cara en esos papelotes en lugar de escuchar esas historias del bardo local. ¡Se está perdiendo el contacto humano!

Esa gente que vivía de contar cuentos se quedó en el paro, y no parece a que a nadie le importe mucho eso.

El libro pasó a ser la única forma de transmisión de información y conocimiento: era un vehículo de cultura. Entre otros motivos, porque si querías saber algo sobre otra forma de vida, otro tiempo, lugar o lo que sea que fuera más allá de tu zona de residencia, no había otra forma de hacerlo que leyendo. E incluso así, no creo que la lectura fuera algo al alcance de todo el mundo. En verdad, dudo mucho que nunca la sociedad haya leído mucho más de lo que lo hace ahora. No me imagino esa familia de la época victoriana leyendo «crimen y castigo» en el descanso de deshollinar chimeneas. En primer lugar, porque no creo que pudieran leer, y en segundo porque no tenían dicho descanso. Y así lo ha sido durante siglos.

Más tarde llegaron los documentales de la UHF. Pero tampoco nos engañemos, no los veía nadie. Además, la televisión tenía el problema de que tenías que estar en el lugar y momento indicados para ver un documental de focas. Un esfuerzo que la gente solo hace para ver el futbol.

Luego llegó el vídeo con la opción de grabar esos programas, o incluso mejor, programarlo para grabar el «Hay, que calor» de tele5 y poder verlo al día siguiente.

Pero internet llegó para despeinarnos. Ahora puedo ver el documental que me dé la gana sobre lo que me dé la gana, cuando me dé la gana y las veces que me dé la gana. Y todo ello sin moverme de mi cuarto.

 

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Un gato viendo documentales sobre humanos.

 

 

Así que me pregunto: ¿y si la gente lee menos que hace unos años porque ahora hay otro medio que les gusta más? ¿No resulta más humano y social el cara a cara? ¿Y si hemos idolatrado algo que no es para tanto? En un audio hay una cadencia, voz, ritmo y expresividad de lo que el libro carece per se. Incluso el carisma del narrador/a está presente. Haciendo memoria, mi primer contacto con la narrativa fue por mi abuela, que me leía cuentos.

Está claro que un video no es realmente un cara a cara, pero lo parece lo suficiente, y además, con la posibilidad de comunicarnos con sus creadores, es más interactivo. Yo creo que son los suficientemente cercanos como para que nuestro cerebro los acepte como tales.

¿Y si, después de tantos años, hemos vuelto al cuentacuentos, pero versión 3.0?

Los vídeos colgados en internet son un híbrido de la transmisión escrita y la oral; sigue siendo perecedero, lo puedes tomar y dejar cuando quieras, la historia no se altera en función del día que tiene el abuelo. Y al mismo tiempo, hay una voz, una persona, una entonación…

–– ¡Al abuelo le está dando un ataque al corazón!

–– ¡Reanimadlo con dos cables pelados! ¡Que nos quedamos sin saber como acaba el cuento!

Por esto, creo que lo que está ocurriendo es un paso evolutivo en la narración. Lo que pasa es que somos muy lentos de aceptar los cambios, y seguimos aferrados al romanticismo del libro.

El tiempo dirá si estoy en lo cierto o no. Pero para ejemplo, un botón:

 

De momento, me estoy planteando muy seriamente hacerme un canal en alguna parte (quisiera evitar youtube), y pasar este canal a audio. No como sustitución, sino como añadido.

Todo se andará.

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