Querido diario, dos puntos:
Yo tengo una movida. Empecé el mundo del artisteo con el 3D, los gráficos por ordenador y tal, pero al final lo dejé, porque tuve que reconocer que no me gustaba (no es fácil llegar a esta conclusión después de varios años dándole al tema).
Sin embargo, cuando veo vídeos de gente haciendo cosas de esas, especialmente partículas y dinámicas o After Effects, me da el picorsito, y a veces me mosqueo porque me jode no haber seguido con eso. También, me pasa más o menos lo mismo con dibujar. No es que sea la caña dibujando, pero siendo que solo dibujo una vez al año, y normalmente no le dedico más de cinco o diez minutos, me sale bastante bien. Cuando hago eso siempre pienso que si practicara a diario, podría llegar a dibujar de puta madre. Pero no lo hago, y eso me hace sentir frustrado.
Pero al final, tengo que reconocer que el mundo audiovisual, aunque me gusta y me atrae, no me atrapa. Cuando me pica hacer algo en 3D, normalmente ni lo termino porque a mitad de cosa ya me aburre.
En general, el mundo visual me llama lo justo. Lo único que soy relativamente constante, es con la fotografía, y aún así lo cojo y lo dejo.
Al final, lo que realmente me mantiene desde hace nueve años, es escribir. Lo empecé de una forma absurda (al igual que muchas cosas importantes), y lo he mantenido, nunca lo he dejado, y si he dejado de escribir, ha sido de conducta, porque por dentro seguía pensando en el tema, ideando cosas y dándole vueltas a ideas.
También he dedicado más esfuerzo en aprender, he buscado más referencias, me fijo en como narran otros autores, leído libros sobre estructura y narración, y busco historias de otros países para ver como cuentan las cosas en tras culturas, mientras que, en fotografía, apenas lo he hecho. Sí, veo vídeos, pero no conozco autores/as, excepto uno dos, y apenas tengo referencias de otros fotógrafos/as.
Además, con el CGi me pasa una cosa, y es que haciendo monigotes, muchas veces se me ocurre algo. Por ejemplo, cuando, hace años, estaba haciendo una fresa con cara (la de la imagen de portada), en el Zbrush, mientras estaba con ella, de repente empecé a pensar en ella como un personaje. Se me ocurrió la idea de una banda de fresas malvadas dando por el serete. De ahí acabó convertido en una idea para un relato que acabó por ser el de “Era un día normal”, que publicaré cuando autopublique los relatos cortos sobre el mundo de Héroes di palo. No ha sido la primera vez que hacer un algo en 3D ha acabado convertido en una idea. Sin embargo, nunca ha sido al revés. Sí que es cierto que en algunas historias visualizo un fotograma que me gustaría verlo como una ilustración, pero no tengo ni de coña el mismo empuje a realizarlo.
El resto de cosas me llaman la atención, pero porque soy un cotilla que le gusta meter las narices en todas partes, y si por mí fuera, aprendería japonés, italiano, alemán, portugués, filosofía, física, historia, música, robótica… Al final, tengo que admitir que lo mío es escribir, porque en definitiva, es de las pocas cosas que se han mantenido constantes en mi vida. El resto, las he cogido y dejado. Así que todo está bien cómo está. Que seguiré curioseando otro mundos, of course, pero sin sentirme mal por no meterme más a fondo.

Excelente entrada. Yo creo que a todos nos pasa igual: nos llaman muchas cosas, pero muy pocas consiguen engancharnos. En mi caso también es la escritura, pero durante algunas épocas me sentí muy atraído por los videojuegos y los juegos de mesa. Sin embargo, al final siempre vuelvo a la literatura.
Un saludo
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Gracias por comentar. Lo bonito es probar cosas y conocer. Yo creo que cualquier cosa que nos enriquezca, es algo que va a enriquecer nuestra escritura porque son más recursos y elementos con los que jugar.
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¡Sí! Yo muchas veces tomo influencias de los videojuegos, del cine o de los cómics, y creo que eso hace que mi escritura sea mucho más original e interesante.
Un saludo!
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