Querido diario, dos puntos.
Ayer vi un vídeo sobre como Tarantino hace de cada escena una historia; cuenta historias dentro de historias. Por supuesto, supongo que esto no será una verdad absoluta y no todas sus escenas serán minihistorias.
Pero la cosa es que no es la primera vez que veo este concepto de mano de profesionales. En el Save the Cat (ese libro que miro con recelo pero sabiendo que alberga cosas útiles), también habla de que en cada escena se debe cambiar de emoción; si se empieza de una manera, se debe terminar de otra, por la sucesión de acontecimientos.
Parece ser que, lo chulo es que cada escena, capítulo o lo que sea, cuente con su propio inicio, nudo y desenlace, que los personajes pasen por un proceso a lo largo de esa escena que, aunque no necesariamente sea una catarsis, sí que sea, como mínimo, anecdótico y un pasito en su evolución.
Así que he consultado con el café, con Jill Tracy de fondo para motivar, y los tres hemos hecho memoria.
Recuerdo que una de las cosas que más me llamaba la atención de las Crónicas de Belgarath era que en todos los capítulos pasaba algo. Siempre ocurría alguna movida, no habían capítulos vacíos o carentes de interés. En cambio, en otros libros sí que recuerdo que no pasaba nada digno de mención en algunos de sus episodios. Casualmente estos libros se me hacían un poco más sosos y aburridos. Jill Tracy dice que, en caso de duda, envenenarlos a todos. A mí me parece un poco excesivo, la verdad.
En cualquiera de los casos, es algo que tendré en cuenta a la hora de leer y analizarlo, a ver si ocurre.
Esto también me hace pensar en esa pregunta que he visto miles de veces en varios blogs y foros, sobre cuándo empezar/acabar un capítulo. Quizá esto sea una guía. Empezar un capítulo con un inicio, un nuevo mini-mundo ordinario heredado del anterior, y terminarlo cuando la situación ha sido resuelta y se genera un nuevo mini-mundo ordinario.
No obstante, todo esto son solo pensamientos y análisis. Tendré que probarlo con monos primero.
Por cierto, creo que ayer dije que publicaría un relato por la tarde, sobre Caperucita Roja, y se me olvidó. Lo haré esta tarde. Si no se me pasa.