Querido diario, dos puntos.
Hoy me he ido a la ciudad vecina a visitar a una amiga, pero como he ido con tiempo, me he ido a una cafetería a tomarme mi large-soja-latte-tohavein-nofroth-please, y sin pegas.
He estado dandole muy fuerte a la historia de las gallinas, con AC/DC, y me se ha ocurrido un título que me ha gustado. Pero, pero, pero… cuando he ido a apuntarlo, no lo recordaba. Era algo de “La granja…” y no sé que más.
Por cierto, me doy cuenta que, Brian Johnson, el cantante de AC/DC, acostumbra a decir en sus canciones “listen”. Está apunto de empezar un verso y suelta “listen”. Coño, estoy escuchando, déjame, que ansia de protagonismo, ¿no? Ya escucharé cuando pueda, hombre. ¿Acaso escribo yo en las entradas del blog «atiende!». Pues yastá.
Bueno, la cuestión es que he trabajado un poquito la estructura y poner las cosas guay y en su sitio. Me está saliendo con bastante humor ella solita, no tengo que forzar cosas, y el personaje se me presenta consistente, quiero decir, que no tengo que forzarlo tampoco ni me cambia de personalidad cada día, sino que la veo siempre igual.
Al final, no va a ser maga, sino que va a contar con mejoras mágicas, una especie de versión mágica de implantes cibernéticos. Ahora que lo pienso, podría usar implantes golem. Bueno no, porque en el país en el que está se estila las mejoras mágicas directas, así que… En cualquiera de los casos su repertorio de mejoras lo voy a basar en el personaje del Deus Ex, aunque no todo, he dicho «basar».
También quería añadir un nuevo elemento a la historia. El otro día me picó una avispa, que fue lo más emocionante que me ha pasado esta semana, lo cual expresa lo aburrida que es mi vida.
Que me estuviera doliendo todo el día me hizo pensar en lo absurdos que somos los humanos. Un bicho pequeñajo me muerde, cuya diferencia de tamaños es escandalosa, y me jode todo el día. Si yo fuera a darle un bocao a un elefante, ni se enteraría.
Moraleja: los humanos somos una birria.
Esta debilidad frente a cosas tan pequeñas, la voy a incluir en el relato a modo de que una puñetera gallina puede ponernos en jaque solo a base de picotazos.
Luego, más tarde… ¡atiende! mientras esperaba a mi amiga, me he ido a seguir escribiendo en el pub en el que habíamos quedado, que la verdad, nunca me había planteado escribir ahí, pero me parece buena idea, porque tiene tradición de piratas (de los de verdad), la puerta principal hubo un tiempo en la que estaba forrada en piel humana (al fin y al cabo esta es la ciudad natal de Barba Negra) y es bastante antiguo. Eso sí, ahora, en lugar del large-soja-latte-tohavein-nofroth-please, ha sido una pinta de ale. Esta vez, de música me he puesto W.A.S.P. Normalmente este pub es rock, pero, al menos hoy, estaba sonando cosas que no me convencían.
Entre piratas y greñudos, he llevado la historia casi al punto final. Me gustaría leer cosas sobre asesinos y ninjas, sus técnicas y trucos que usaban, para enriquecer mejor al personaje.
La cosa es que, mañana espero tenerla acabada, y ya solo debería quedarme un último repaso.
Aparte de esto, poco más. No he sacado ninguna conclusión trascendental, aparte de que los panecillos chinos ya no me gustan y no sé porqué insisto en comprarlos.