Querido diario, dos puntos.
El otro día me puse con el cuento de la botella maldita, que esta no es de humor, sino más seria. Me dio por ahí.
La idea se me ocurrió en el trabajo, un poco por la tontería y por andar pensando en cosas. La verdad es que no recuerdo ni como se me ocurrió. Pero me nació la idea y la fui desarrollando a lo largo de la jornada de trabajo.
Había cambiado cosas del boceto original, pero retomandola, estoy cambiando más aún. Voy a reorientar algunos conceptos de la personaje principal, como sus motivaciones. También le he quitado que tiene marido porque no aporta nada. Además, no le encontraba sentido a que ella fuera a la guerra y su marido se quedara en casa tocándose la zambomba.
Esta historia transcurre en el pasado, muchos años antes de la época en la normalmente sitúo las historias, y también está ambientada en el mundo de Héroes de Palo.
Prefiero ir contando la historia del mundo así, a base de cuentos, que por decir “hace años pasó tal cosa”.
De todas formas, estos días, con la navidad, nochevieja y tal, ma he estado de tiempo. A ver si ahora que ha terminado las cosas pueden volver a su cauce.
La verdad es que no lo van a hacer.
Pues atiende una cosa: no tengo título para este cuento de la botella. Señor, que cruz…